Cuando los tiempos cambian la gente inteligente se renueva y se adapta, de modo de seguir obteniendo beneficios. Eso es lo sucedido, por ejemplo, en materia publicitaria. De tal forma que, si una empresa quiere llegar a o mantenerse en la cresta de la ola, en lo que a la aceptación del público se refiere, entonces necesita recurrir a un diseño web Tenerife que optimice la exhibición de los productos y servicios que ofrece.
En la actualidad, con el diseño digital está pasando lo mismo que ha ocurrido con la decoración de interiores. El principio rector, en ambos casos, es aquel condensado en la expresión “menos es más”; tendencia denominada minimalista. La base de trabajo empleada es la sencilla combinación de belleza y funcionalidad para obtener un resultado estético y fácil de usar.
Esto significa que el diseñador elimina lo superfluo y utiliza los elementos mínimos requeridos de manera que la experiencia del usuario sea óptima; así, este puede navegar por la web con libertad, sin confundirse o distraerse. Para ello, se equilibran las áreas en blanco con la presentación de los contenidos bajo formas geométricas claras. Una de sus grandes ventajas, indudablemente, es que estas páginas cargan muy rápido.
Características que presenta el minimalismo
No se trata de una labor sencilla; ya que se exigen horas de trabajo dedicadas a planificar, ejecutar y revisar lo realizado. Hay que evitar exagerar con la simplificación o, de lo contrario, el visitante se sentirá perdido y se irá, sin haber satisfecho su propósito. La idea es incorporar pocos elementos con lo cual mejora la usabilidad, pero evadiendo el extremo de afectar la funcionalidad.
Es común que en el diseño minimalista se empleen imágenes llamativas y atrevidas como fondo de pantalla acompañadas de tipografías grandes, novedosas y atractivas. Se puede elegir cualquier mezcla de colores; no obstante, entre los matices más populares se encuentran el blanco, el negro y los tonos de gris. Son sitios que transmiten una gran emocionalidad y capturan la atención inequívocamente.
El fin último perseguido es acortar el tiempo que el visitante requiere para encontrar lo que necesita; con esto en mente se quita lo redundante y permanece solo lo indispensable. Sin embargo, hay que cuidarse de no caer en el aburrimiento. ¿Cómo manejarlo? Incorporando movimiento y componentes animados que la hagan más versátil y gestionando la interrelación entre lo armonioso y lo asimétrico.
Una alternativa es añadir vídeos que complementen el contenido expuesto en palabras; esto funciona porque los cuentos e historia atraen a todo el mundo. Por otro lado, al subir dichos elementos a YouTube se favorece la optimización y el SEO de la web; sin mencionar que así se logra una mayor exposición. Por último, para lograr el diseño minimalista idóneo es preferible no correr riesgos y recurrir a una empresa profesional de amplia experiencia.
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