En general a la gente no le gusta la publicidad. Los anuncios interrumpen y resultan molestos, hay muchísima publicidad, tanta que el consumidor se siente muchas veces abrumado y no es capaz de centrar su atención en ninguno de los cientos de mensajes comerciales que le bombardean a diario.
¿A quién no le gusta reír?
En ocasiones tiene lugar el milagro y salta la chispa del “amor” entre el consumidor y la publicidad. La comedia es un buen recurso para que esto suceda, genera emociones positivas al espectador en torno a sus productos y servicios. Puede conseguir con facilidad que se quede grabado en la memoria del espectador y que este mismo contribuya su “viralidad”.
No hay duda que la publicidad y la comedia son “amigas intimas”, consigue darle al producto o servicio suficiente atractivo como para que llegue a ser un tema de conversación entre amigos.
Spinsucks enumera las principales razones de la química entre la comedia y la publicidad:
1. Deja una impresión positiva sobre el producto del anunciante
2. Deja una honda huella en la memoria e ilumina el ánimo del espectador
3. Genera conversaciones (y risas)
4. Fomenta los “shares” en los social media
5. Convierte la publicidad en otra cosa
Las marcas siempre están tratando de crear contenido viral, y si bien no hay una fórmula establecida para la “viralidad”, la comedia puede ser una buena opción.